miércoles, 5 de agosto de 2015

Opositar: cuando miras al Abismo y este te devuelve la mirada. 1ª parte.


Este año ha sido, por fin, el año de las oposiciones. Desde siempre he sabido que quería dedicarme a la docencia, que eso de enseñar era lo mío. Compartir, ayudar a que los demás descubriesen por sí mismos, transmitir mi adoración por las cosas que enseño (y aprendo). No siempre fue mi primera opción, porque el camino ha sido largo y muy variado, pero, aunque el instituto ha variado en mi ranking de alternativas de futuro, la docencia sí ha permanecido estable en la cima y la etapa de Secundaria y Bachillerato me ha parecido siempre interesante. 

Esto, que parece una analepsis melancólica y personal, tiene mucha importancia para todo el que quiera presentarse a unas oposiciones, porque creo que no se trata de una decisión repentina, sino que debe ser un camino de larga distancia, una preparación a largo plazo. Y eso no significa pensar que vas a tardar años en sacar la plaza (que también puede suceder), sino que se trata más bien de empezar a prepararte lo antes posible para ir robándole tiempo al reloj. 

¿Qué hay que saber para prepararte unas oposiciones?

1. Hay un gran componente de suerte. Vas a hacer el examen un día. Un día cualquiera. De junio, probablemente. Eso significa calor, muchas horas en un aula, nervios, preocupación. A lo mejor ese día no estás en tu mejor momento, y a eso debes añadir que los temas que salgan no los va a decidir nadie, sino que saldrán de un bingo (¡adoro el bingo!). ¿Qué implica todo esto? Que va a haber una parte de tus oposiciones que no vas a poder controlar. Esto debes asumirlo cuanto antes, porque es algo inevitable. 

2. Pero... También hay un gran componente de preparación personal. Y esto se divide en varias partes, que es lo que conforma la oposición: 

a) El tema. Las oposiciones de Secundaria tienen un primer examen, que está formado por el desarrollo de un tema teórico (cada comunidad adapta el temario, ojo) y de un caso práctico, que comentaré en b). En mi caso, el temario tenía 72 temas, yo llevaba preparados unos 25 (la gran mayoría, redactados por mí), y los cuatro que cayeron no me los había preparado (son cuatro a elegir uno). ¿Veis? Eso es la suerte. Pero hay un 'pero'. No me los había preparado/estudiado/memorizado, pero sí había continuado preparando algunos temas más casi al final, cuando ya tenía todo lo mío bien estudiado, haciendo lecturas y organizando posibles esquemas, por si acaso saliera uno de esos temas, para poder hacer algo con él. Efectivamente, me tocó, entre ellos, la prosa medieval. No hice un tema de 10, pero sí me pude desenvolver de forma bastante adecuada, adaptándome a los criterios y cumpliendo los mínimos necesarios. De esto ya hablaremos más en detalle cuando hablemos de los temas. 

b) La práctica. Esta es la otra parte del primer examen. Ojo, porque varía entre comunidades. En Castilla y León solamente hemos tenido el comentario de todos los planos de un poema. En otras comunidades hay más de un texto, y se añade también sintaxis (y se rumoreaba que también fonética), así que hay que estar bien al loro y prepararse el tipo de práctica de la comunidad en la que te vas a presentar. 

c) La Programación. Para nuestras oposiciones hay que preparar (redactar) la programación didáctica de un curso académico donde se imparta la especialidad (1º-4º ESO y Bachillerato). Yo os recomendaría hacer algo propio, individual y personal, aunque deba incluir siempre las partes obligatorias. Ya os contaré cómo hice la mía. 

d) Las Unidades Didácticas. De las unidades didácticas que se incluyan en la programación, se defenderá una ante el tribunal (otra vez bingo :D). 

C y D conforman el segundo examen de la oposición, y de la media de las dos notas (tema+práctica y PD+UDs) sale la nota global de oposición. Los porcentajes también varían entre comunidades. Pero esto no es todo. 

e) Fase de concurso. Esto es lo complicado. En la fase de concurso se valoran los méritos que aporta el opositor, puntos que se suman a la nota de oposición (como nota de concurso) para dar lugar a la nota final. Ahí entran la experiencia docente, la formación académica y los cursos de formación (ojo, que estos no en todas las comunidades cuentan). El problema aquí es que los nuevos normalmente tenemos una gran carencia en experiencia docente, por lo que partimos ya con un hándicap que no tienen aquellos que llevan más años de interinos. ¿Cómo lo podemos equilibrar? Con las otras dos partes. Y por eso decía al comienzo que esto es una carrera a largo plazo. Hay que saber qué cuenta en estos puntos y tratar de tener tantos como sea posible. Cuentan los idiomas, los máster, los cursos, nota de la carrera, publicaciones... Eso hay que saberlo desde muy pronto y tratar de "rellenar", para que, en este caso, algo que depende únicamente de ti lo puedas llevar al máximo nivel posible. 

Como opositor, no puedes controlar cómo vas a estar el día del examen, qué tema te caerá o cómo será tu tribunal, pero sí puedes (y debes) tener tantos puntos como te sea posible para que, una vez hayas aprobado, se sume una cantidad alta que te catapulte al éxito. 

Hay que pensar en las oposiciones como una inversión de futuro. Será un esfuerzo enorme y supondrá renunciar a muchas cosas, pero la recompensa es también muy jugosa: un trabajo que te gusta y un trabajo de por vida, unidos en uno. Por eso hay que esforzarse, y esforzarse mucho. Hay que intentar que todas esas partes, las cinco, estén preparadas al 100% y, de no ser posible, al máximo nivel posible, y no rendirse. 

Poco a poco iré hablando de cada una de ellas, de cómo lo he preparado yo, de mi experiencia y de la experiencia de muchos otros compañeros con los que he recorrido este camino, de profesores que fueron opositores hace años y de todo lo que he aprendido en los últimos años. Espero que esto os sirva como me ha servido a mí y que os ayude a cumplir vuestros sueños. 

Nos vemos pronto,

S.

2 comentarios:

  1. Otro de los factores de suerte son las personas que componen el tribunal que te juzga.Otra cosa que no puedes controlar y que tiene una importancia enorme.

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    1. Efectivamente. Es una lástima que haya tantos factores no controlables. Pero por eso precisamente hay que mejorar los otros, para que nada nuestro falle :)

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